Sunday, September 09, 2012

CONTRA LA CRÍTICA CARTESIANA, CONTRA VOSOTROS

Hola cybercretinos y patéticos buscadores de la felicidad. ¿La encontrasteis en el chiringuito? ¿Sí? Pues os jodéis y a esperar otro puto año. Podéis fantasear con Hawaii o algo de eso. Poneos de fondo de escritorio una playa de arena blanca y aguas esmeralda, palmeras que se tumban perezosamente... o vuestra foto en dicho lugar, juzgándoos impasible. 

Ya me pierdo. Hoy quería hablarlos de cierta especial panda de cretinos seguidores de la escuela cartesiana a los que probablemente pertenecéis. Espero que no, pues tenga cierta pasiva fe en que sois bastante mejores que el ser humano medio. A veces... sólo a veces. 

Hablé hace tiempo de los culturetas neocon, que se enfrentan al producto cultural desde una muy autoconsciente posición ultraconservadora que les acaba haciendo caer en el ridículo. En cambio, a su favor (pues hoy vamos a hablar de gente que no) diremos que son grandes amigos del juicio a priori basado en la experiencia dada su mitomanía galopante. 

A las criaturas de hoy las he bautizado como gente con aproximamiento cartesiano. O algo así. El caso es que viene de Descartes y sus razonamientos basados en partir de cero, en actuar como si nunca hubiera existido otro hombre. Porque los sujetos que nos ocupan hoy, los cartesianos, se enfrentan pretendida y pretenciosamente al producto cultural desde el folio en blanco. 

Todo esto viene porque a día de hoy mucha gente se sorprende de que dé uso a herramientas tan útiles para el insaciable buscador cultural como son, por ejemplo, Filmaffinity o Last.fm. Espero que no os reconozcáis en mezquinas frases como "Ah, ¿Entonces sólo ves o escuchas lo que te dice un programa?" o "No, no, yo prefiero ir a ver una película sin saber nada sobre ella, sin haber leído ninguna opinión, ..."

Mi vida sin Last.fm. En realidad con Last.fm es igual, pero al menos es con cosas más jodidas y nombres más raros

Los juicios a priori son necesarios para la supervivencia. Esta actitud negativa hacia la crítica o la simple recomendación encierran la vanidosa pretensión de tener un criterio especial pero, ante todo, único. 

Sonará radical, simplón o estúpido (algo que a mí me parece de perogrullo) pero no, no voy a ir al cine a ver una película que la crítica ha puesto a parir salvo que tenga motivos muy personales: me encanta el director y siempre veo lo que haga aunque sea puta mierda (hola, Dario, no te felicité el cumple, sorry) o está basada en una obra que es muy de mi interés o algo por el estilo. Curiosamente, lo que se vuelve unterground es reconocer nuestra debilidad humana, que a veces coincidimos en cosas en las que coincide la masa... ¡que curiosamente pretende que no! La masa, los überground, siguen creyendo que no, que ellos se acercan al producto desde el cuarto vacío de distracciones, únicamente con una estufita (joder, cómo me marcó lo de la estufita de Descartes en el instituto). 

Deténganse las alarmas "¡¿Nuestro líder cultural hace caso a los demás?!". A ver, subnormaloides con pretendido criterio único: ¿ENTENDÉIS EL JODIDO CONCEPTO DE SOBREABUNDANCIA CULTURAL? ¿OS CABE EN VUESTROS ÚNICOS CEREBROS REPTILIANOS? Hay tantas películas, tantos libros y tanta música que una criba previa es absolutamente necesaria para no caer en la locura o en incontables horas desperdiciadas. 

Es absolutamente necesaria una depuración previa y siempre que digo esto se me responde con los mismos contraargumentos que vamos a ejemplificar con el orgullo nacional: Filmaffinity. "Pues en Filmaffinity tal peli es supermala y tiene una media superalta, pues tal peli super buena tiene una media baja, ..."

Ya sé que os creéis que la única posibilidad es el seguimiento fanático o la pretensión de que nos acercamos a juzgar cada producto cultural como algo único pues somos individuos únicos y excepcionales. Pues no. Está la labor orientativa. Siguiendo con el ejemplo de Filmaffinity y poniéndooslo muy clarito para que lo entendáis: nunca le he puesto buena nota a una película que tuviera una media inferior a, digamos, el 4.0 para no pillarme los dedos. A partir de ahí ya hago lo que me sale de las scenes.

Sí, mis cartesianos amigos. Esto sucede. Adelantándome a vuestra gilipollesca réplica que es la misma que haríais si volvierais a vuestros mocosos seis años, sí, estoy seguro de que una de cada 1.000 o 100 de estas películas es excelente y me la voy a perder por culpa de este sistema. Pero ¿Sabéis lo que sucede? Que me estoy ahorrando 999 o 99 películas nefastas o que no voy a disfrutar si no es con el consabido acercamiento postirónico (y está bien estar advertido de si algo hay que enfrentarlo de este modo). 

Aquí tenemos a los cartesianos en acción. Por ejemplo, va a salir la 8ª película de super-héroes de este año, basada ya en uno de tercera fila, dirigida por, digamos, Michael Bay y entonces van y te ponen EXACTAMENTE la carita de la segunda viñeta. No sé cómo unos muñecos de palo han podido captarlo tan bien. Me parece cercano a la brujería. 


Porque, insisto, no se pretende únicamente expresar desacuerdo con los términos de uno, implica ese "Ah, yo es que lo hago por mi cuenta". En ese "Ah" está toda la vanidad del mundo. Y en La Scene no nos gusta la vanidad. 

Mis queridos cartesianos, putos engreídos subnormales, todo hacemos juicios a priori, basados en la experiencia y el valor está en reconocerlo, pues ello a la vez que nos reconoce como humanos, nos hace más fuertes. Ya sabemos que vosotros pretendéis que no y que cada mañana en vuestro coche de mierda yendo hacia vuestro trabajo de mierda os recorréis cada puta emisora no sea que PRECISAMENTE HOY lo que emitan en Radio Super Latino, Radio María o Neonazi FM sea de vuestro interés. Y, evidentemente, si no os gustaron las 6 primeras de Harry Potter, os ponéis la séptima diciendo "Seguro que ésta es la buena, aquí llega". 

Jodidos cretinoides atreviéndose a juzgarme a mí, que tanto bien he hecho a este mundo. 

Ahora me calmo y pensando en las cuatro pelás (hola, Myriam) que están aquí verdaderamente por lo que importa, por la música, empiezo con el tema:

Ya enlacé en su momento a la primera parte (de 3) del Regret Instruction Manual de Stunt Rock, una especie de principito del Breakcore. En realidad nunca pensé que llegase a cotas muy altas, sólo a cosas interesantes y transgresoras, pero vamos, que los iba a encontrar mejores.

Y es que no había llegado a este Regret: The Musical Part 2 (Tomorrow I Am Going To Do It). La electrónica abrasiva se vuelve algo más amable y con tendencia, incluso hacia la música clásica. Todo mezclado con mucho ingenio con samplers de voces que tienen un poco de charla trascendental, olvidándonos ya del tema de la pareja sentimental que imperaba en la primera parte.

Este disco es casi cinematográfico. Uno siente que camina por él y escucha cosas interesantes sobre la autorealización, el sentimiento de fracaso, la búsqueda de uno mismo, la alienación, etc, en un enfoque realista pero claramente positivo. Una peli de Linklater hecha disco, con un toque algo más agresivo y aún así vitalista. 


6 comments:

Clara Libertad said...

revisa la ortografía, Von, hay un par de errores!
(cada vez me cuesta más leer el blanco sobre negro... no es negociable?)

AI said...

Hola.

Una idea a desarrollar serían las bandas sonoras en FilmAffinity...

¿Las voces son parte de la película o sólo de la banda sonora?

Carlos said...

Ah, yo pregunto en el locutorio de pakistaníes de la esquina sobre la critica de la gaceta gratuita del barrio y luego a veces . "habéis leído lo ultimo de Von?" ellos dicen "ese bloguer!!? No ha terminado con su vida? Ah pues voy ver que dice en mi Samsung mientras estoy en el baño..." y se ríen ... Yo también me río. Los pakistaníes pronuncian saamsun y eso siempre me hace gracia. Buen articulo maestro. Empieza psicótico e incomodo pero termina con un tirabuzón clavao!

Von Snuff said...

A mí me dijeron el otro día que era muy elegante lo de blanco sobre negro... igual eran mis enemigos, que me tienen pelusa.

Myriam, queridísima Myriam... lo he pensado muchas veces, pero sospecho que es imposible pasar la música por el criterio de votaciones, aunque quizá las bandas sonoras precisamente son de las pocas cosas salvables, pues una banda sonora llama la atención o no. Es complejo. Me bajé la banda sonora de Begotten y resulta que es su pista de audio así que no sé qué responder. Ya no sé nada.

A ver Carlos, maldito vago de los cojones, chupasangres, parásito ¿Cuántas fotos y vídeos divertidos ves en esta entrada? Ya te lo digo yo, NINGUNO. He tenido que recurrir a los dibujitos de nuevo. PORQUE ALGUIEN NO ESTÁ HACIENDO SU TRABAJO.

Voy a contratar a Von Charito, MY ONE AND ONLY.

Doppelgänger said...

Revisaremos el estilo, no puedo estar más de acuerdo con Clara... me duelen los ojos. No se si del blanco y negro o de las verdades punzantes.

Von Snuff said...

Charit, ¿Quieres una beca en diseño web? Remodelas La Scene y cobras lo mismo que Crls. Eso sí, con más medallas al mérito.