Saturday, September 07, 2013

LA SCENE VUELVE A LA NORMALIDAD

Como veis, todo vuelve a la normalidad. Los muros de vuestros Facebooks se llenan de "Wake me up when september ends" demostrando que el cauce de subnormalidad profunda y mal gusto sigue erosionando la misma existencia. Sufro mucho.

También todo vuelve a la normalidad porque soy incapaz de actualizar semanalmente, aquella quimera loca que me propuse. La Scene no puede estar siempre vigilante y es probable que por mi culpa le den a Madrid los JJOO esta noche. ¿Qué hago... hablando de actualidad... poniendo fotos del no-culo de Miley Cyrus...? Estoy sencillamente acabado. 

Pero me gustan los cereales y nunca compro cereales ¿Qué pasa con mi vida, por qué esta autodestrucción incesante?


Tan acabado como esas personas que tienen la desgracia de tener los ojos claros y se ven obligados (probablemente por irreal decreto) a ponerse de foto principal y de avatar en todas partes un primer plano de su globo ocular. Mirad, es claro. ¿Lo veis? Es claro. Qué maldición. 

Es verano todavía, aunque todo parezca desvanecerse, y tengo como misión y complicada obsesión-compulsión, como rito TOC, pasarme el Diablo I. Si no, se acaba el mundo. Y aún voy por las catacumbas. Me he cogido al mago, el moreno, porque aparte de poner las voces más divertidas ("Your deth... will be avenchd!!!") fijo que es west-side y sospecho que en algún momento descubriré un truco y se pondrá a rapear. 

No, otra noche igual no... el crepúsculo de los ídolos... 

¿A qué me he dedicado todo este tiempo sin actualizar? Al texto experimental, por supuesto. Crls nunca me deja experimentar todo mi potencial, mi propio becario me encasilla y me obliga a escribir las mismas putas mierdas que os recuerdan lo subnormal de vuestra condición una y otra vez. Pero estoy HARTO. 

Este texto es de cuando mi compañero de piso decidió beber con sus colegas en casa y se dejaron botellas y les robé unos chupitos para que mis lágrimas de otra noche solo en casa tuvieran algo de sabor. 


Cojo la botella de ginebra que han dejado. Digo, en susurros:

-Es el impuesto revolucionario

Sírvome algo de ginebra en un vaso de chupito. Tenemos vasos de chupito porque los robamos de la anterior casa que habitamos. Para qué querría la maldita vieja vasos de chupito. En cualquier caso le dejamos unos cuantos así que sólo se puede considerar redistribución de la riqueza. 

Luego lavo el vaso de chupito. Más bien lo dejo medio minuto bajo el chorro del grifo mientras lo sostengo.

-No es necesario que conozcan la revolución

La idea es dejar el vaso de chupito en su lugar original: el armario de los vasos. No quiero que descubran que he estado cobrando los tributos y eso sucedería si dejara el vasito en el mostrador (lo cual era la primera opción) o incluso en el estante de la vajilla mojada, encima del fregadero.

-Ellos no necesitan saber sobre la revolución para colaborar activamente en ella

Dicho esto vuelvo a mi cuarto a ver capítulos viejos de Cuarto Milenio. 


Está claro que mis textos serán descubiertos por los cyberarqueólogos de Internet en los siglos venideros y desde aquí les mando un saludo y las gracias por el Nobel póstumo, espero sinceramente que el puto chino mandarín comunista no se haya impuesto y sigamos utilizando lenguas liberales.

Desde aquí quiero mandar un fuerte mensaje político y viene antes de eso de bombardear países y tal, que en general mal. 



Llega la parte de la música, donde dejo el contenido político de La Scene, que ha hecho que el feminismo triunfe, mantiene a raya a los commies de Corea del Norte y de Twitter, etc. 

Llevo mucho tiempo queriendo subir la banda sonora del Diablo 1, de hecho puede hasta que lo haya hecho, pero es que son muchos posts buenísimos a mis espaldas. La influencia de la banda sonora de Matt Uelmen en todo lo que escucho es evidente. En todas partes encuentro guiños a ella. Su influencia musical es incontestable. 


Y pensando que en vuestros infinitos prejuicios y atraso mental igual no os bajáis un disco por ser la banda sonora de un videojuego y también reconociendo que la nostalgia es una puta basura, enlazaré a algo más actual. 

Uno de mis descubrimientos más recientes es Theologian y su disco de >2012 The chasms of my heart, que es más o menos lo que siento todo el rato. Dark ambient pero no tanto de ruiditos y goteos en las alcantarillas abandonadas de Chernobyl, sino más bien de distorsión y grandes espacios, voces que cantan desesperadas en el primer tema (un tanto The Angelic Process, aunque no tan intenso) drones que sugieren las tinieblas de la humanidad y otras tantas cosas, como el espacio o la virtualidad. Mezclándose con sonidos repetitivos, llegar a estar casi más cerca del industrial (My body is made of ash... I live as ash o We can't all be victims) que del dark ambient, en realidad, al menos por momentos. Curiosa mezcla. 

A pesar de su baja fidelidad queda tan pulido, medido, calculado... que en ningún momento lo calificaría de noise o power electronics como se sugiere en los tags.

En fin, típicos grupos con menos de 2.000 oyentes en last.fm. Por supuesto, imposible conseguir ningún tipo de información


Theologian - The chasms of my heart (>2012) (Sale un pezón, eso que os lleváis para casa)