Sunday, July 29, 2012

LA SCENE SE AUTOGESTIONA

Como ya empieza a ser evidente y no tiene sentido mantener el secreto sólo para que no os comportéis como zorras envidiosas ("tía qué delgada estás") lo hago público: he contratado a uno de los Fans de La Scene (paseado cual gitana) como becario, el afortunado es Crls LBEL y se ocupa del apartado gráfico. Le pago la mitad de nada, menos impuestos. Podéis enviar vuestros CVs de mierda. Bueno, dejadlos en un comment. Por las risas. 

Ebrio de poder como todo granujilla con una beca, me propuso ir a una cosa que pintaba tal que así:


 hazte lapón, el hombre percha, puzzles y dragones, paralelo 38, esquimales, alberto azul, raúl querido, alborotador gomasio, santamaría, la catástrofe ultravioleta

A lo que sólo pude responder: crls srsly

Total, que me dijo que aquello era jodidamente minoritario, que era en una especie de edificio semiabandonado, que si la no wave, que si su puta madre, que si poperas descarriadas. Mi mayor terror era que me abrieran los chakras o algo por el estilo porque eso luego puede derivar en un problemón. Le dije que no iba a aguantar otra sesión de costumbrismo radical, de canciones hablando de Nocilla, de la siesta, del Tour de Francia y del Cola-cao porque siempre me hacían sentir muy ajeno al mundo en el que vivo. Entonces dijo que no se podía actualizar sobre endrogarse y quedarse en casa violando salvajemente www.minijuegos.com un sábado por la noche. Touché. 



Maquetación avanzada en La Scene

Cuando llegamos allí he de reconocer que el sitio estaba muy guapo, porque dos pisos más abajo había peña alabando al señor y arriba estábamos toda la peñita. Nos dieron una charla sobre que el centro era autogestionado y que por beber Steinburg (gran elección, es de mis cervezas marca blanca favoritas y en contra de lo que digan, infinitamente superior a Mahou) pagásemos la voluntad y que al irnos depositáramos en un flamante bolsito de plástico la entrada del concierto: el pastruz que quisiéramos. 

A mí todo eso de autogestionarse me pareció sumamente interesante así que decidí dedicar la noche a aprehender este concepto. Fui a la barra, puse un billete de 100 (llevan el logotipo de La Scene en una esquina) y dije "Eh, tú, el de la cara, ¡¡Barra libre!!". Luego vi que tenían una araña (lámpara) en la zona del birral; decidí que mi siguiente movimiento en autogestión sería agenciarme una. Autogestionarse, pero con clase. 

¿El público? Pues coged a los modernazos de La Casa encendida y quitadles las marcas y el dinero que ganan honradamente como coolhunters. Camisetas lisas y camisetas de rayas. Vans. Barbas. Pantalones cortos. Beck en los 90. Unas 50 personas. Ah, sí, y cierta tendencia a no llevar sujetador. "¡Cuidado con eso, joder!" tuve que decir en más de una ocasión. Gente noble de espíritu. 

El sonido rozó lo penoso en ocasiones, pero eso sólo le dio un toque más no wave. Creo que tuvieron muchos problemas con los grupos y que muchos de ellos no pudieron estar en su totalidad. La Steinburg me dio duro y recuerdo a Alberto Azul, que incluyó una chica con clarinete, así que se ganó mi corazón con facilidad aunque creo que las letras hablaban de la guerra y cosas de esas que no me gustan un pelo. El de Hazte Lapón era Robert Rodríguez y parecía ser el que más pilotaba, lo recuerdo especialmente cuidado. Pero sin duda para mí la estrella fue El Hombre Percha que me regaló un CD con la puta carátula hecha a mano. Creo que le faltaba el resto del grupo porque sólo estaba él con su guitarra y el tipo que se encargaba del sonido metía los "Yeah" electrónicos desde una cajita de "Yeahs" electrónicos. Así que   Crls y yo nos dedicamos a especular sobre qué hablarían sus temas, y definitivamente hablaban de no comprender el final de Lost (enlace a mi post sobre el tema; por cierto el otro día me dieron un toque desde Google Analytics: soy el blog más autoreferenciado de toda la red) ponerte tu camiseta y tus pantalones cortos y coger tu guitarra y soltar toda tu rabia.

El hombre percha en acción 

Cuando me dio el CD me sentí como uno de esos afortunados que recibían las copias del "Hi how are you?" de Daniel Johnston, que cada vez que quería hacer una copia grababa el disco del tirón en uno de sus cassettes porque no podía comprarse uno con el que copiar cintas. El caso es que hoy, domingo, día del Señor, he estado escuchándolo y os puedo asegurar que es la cosa más jodidamente triste que he escuchado en mi vida, en el mejor de los sentidos, en el de devastar tu alma. 3 oyentes en Last.fucking.fm. En serio, este disco me ha ablandado el corazón y recibirlo hizo que me cuestionara seriamente chapar La Scene y dedicarme al auténtico mecenazgo, luchar por el bien en lugar de señalar lo que no me gusta, ser malo y todo eso pero luego pensé que qué iba hacer el pobre Crls, qué iba a ser de él y me olvidé del tema. 


Luego todos estos amables chicos de la autogestión subastaron su fanzine Juventud Crónica y pujé violentamente hasta que fue mío porque no tenía ni grapas, era un ítem tan underground que debía ser mío y lo conseguí sólo por 50€ (puede que algo menos) gracias a mis nuevas habilidades autogestoras. Me dio un poco de corte porque es verdad que La Scene mueve mucha pasta pero tampoco me gusta presumir de ello. 


A la izquierda La Scene muy agradecida por recibir el fanzine, a la derecha, el Jefe de Todo Esto


Así que conseguí dos objetos que van a mis vitrinas de coleccionista y escuché mucho pop (demasiado para mis desacostumbradas orejas) y volví a casa con 60€ menos en la cartera y es que soy un mago de la autogestión. 

Me ha encantado esto del Colectivo "Aplasta tus gafas de pasta" y sus sanos conceptos underground. Espero que su alianza con La Scene dure 1.000 años más. 

Y ese fanzine es un imán para las groupies de fanzines. 



Si no os gustan las fotos, despido a Crls, no hay problema. 

Monday, July 23, 2012

LA SCENE PASEA GITANA$ III y IV (Un paseo por La Casa Encendida y otras historias inconexas)

Los fans de La Scene, enloquecidos por conocerme al fin, me siguen invitando a conciertos, deseosos de recibir mi aceptación. 

¿Qué pasa? Que acabo en La Casa Encendida rodeado de modernazos, algunos saludan, otros hacen como que no saben que soy el crítico más temido de España y también de Andorra, la mierda de siempre.

Total, que el domingo pasado fuimos a ver a The Necks, que me dijeron que era jazz y les dije a mis fans "No, no, "jazz" sin "doom", "funeral", "dark" o algo así delante no, nenazas". Entonces me dijeron que eran australianos y, claro, jazz australiano me sonó lo suficientemente elitista para reunirnos un domingo con gran esnobismo.  

Pues resultó un señor concierto. Unos tipos que se lo tomaron con calma, con un piano curioso que comenzaba dirigiendo para acabar improvisando, dejando al bateras tomar el mando. O quizá fue al revés. El caso es que fue algo muy agradable, el cielo se puso morado, un color bastante indie para el cielo, para celebrar el acontecimiento. Piezas infinitas que sumieron al público en la hipnosis. Que estuvo guapo y que había contrabajo, cosa que siempre mola. En contra de lo que esperaba el público fue educado y mantuvo el silencio o habló bajito y desde luego no sonó ningún móvil. Y no parecían recién salidos de la Escuela Superior de Diseño Chupipandi Vintage Kitsch. 

Os enlazo a este disco de The Necks - The Boys, que es una banda sonora muy fina. 


Así que el domingo siguiente, mis fans absolutamente enloquecidos por mi aprobación (ya han jurado poner mi nombre a sus vástagos fruto del éxtasis de encontrarse conmigo) me arrastraron de nuevo al antro moderno cultural y, de repente, como si lo del otro día hubiera sido una farsa bien organizada, todas mis pesadillas se hicieron realidad. 

En esta ocasión el artista era británico y me negué en rotundo a asistir. Inglaterra dio a los Arctic Monkeys, a los Radiohead y a su tenia e incluso a Coldplay. Entonces me mostraron complejos gráficos en los que se veía que los oyentes del artista, que era Lumpen Nobleman, no pasaban de 200 en Last.fm. Como soy parte del lumpenproletariado, pues La Scene es ilegal en la mayoría de países, dije que VALE.

Pero claro, llego allí y ya empiezo a ver pelos raros y ropa rara y siento terror. Los looks de los asistentes son de ese tipo semidescuidado con ropa de los 80, todo muy despreocupado, "me lo pillé en un mercadillo" y planificado probablemente durante meses. El tío se sube a pinchar y yo me agarro a la cerveza con temor buscando consuelo. Empiezan a surgir ruidos raros. Resulta que el tío es el puto amo. Es completamente ecléctico, hace un repaso por toda la electrónica que merece la pena, pasando por lo rítmico, lo ambiental, lo ruidoso y lo melodioso, recordando por instantes a los jodidos Boards of Motherfucking Canada (que sacan disco este año... sí, éste también... como llevan haciendo desde 2006, jajajajajajajJAJAJA) a Ratatat e incluso a Daft Punk... y haciendo un extraño y efectivo remix de All the pretty little horses

Todo esto hubiera estado muy bien, estábamos ante un descubrimiento, un artista inteligente, quizá algo disperso, pero contundente. PERO el público, oh, el público...

Esa caterva de modernazos se dedicó a hablar durante todo el concierto. Resulta que cuando las mujeres por fin se deciden a ir a conciertos sin algún miembro del sexo masculino medio pegado a sus viscosas vaginas se dedican a la cháchara. No todas, es cierto, pero sí fueron una aplastante y sonrojante mayoría.

Había incluso gente sentada en círculos como si hubieran puesto un disco en su casa, subiendo la voz para estar por encima del artista y de espaldas a éste. Quiero decir, estar de espaldas al artista siempre me ha parecido lo más, yo lo he hecho un par de veces, pero eso se hace de pie, de brazos cruzados y en silencio. A ser posible vestido de negro. 

Así que me estaban jodiendo el concierto. Cuando una de las chicas se iba a mear o a por una birra o algo así y su compañera se quedaba sola, ésta sacaba rápidamente el móvil y contaba por Twitter lo bien que se lo estaba pasando en el concierto y lo mucho que molaba. Supongo. Imagino que toda esa peña va a los conciertos a fichar, decir que han pasado un rato con La Scene y que en la vida real soy muy simpático y más bajito de lo que se esperan. UNA PUTA MIERDA. 



Lumpen Nobleman me miró, consternado, desde su mesa de mezclas, se escondió debajo de ella, fumó un poco de basuco y se levantó de nuevo tratando de mantener el control. Gotas de sudor bañaban su frente; un montón de modernos y maricas se reflejaban en ellas.  Así que, titubeante, probó otra cosa...

Y empezaron el calypso, los ritmos tropicales y el Café del Mar. El público, una vez se volvieron a estructuras rítmicas más sobadas que vuestros libros de Ken Follett, se levantó y comenzó a bailar.

Cuando todo esto acabó, aplaudieron a rabiar. Nuestro Lumpen Nobleman torció la mirada y se dejó bañar por la muchedumbre. Había sobreestimado a su público; bajó a los infiernos y volvió aclamado por la plebe. Había venido desde Inglaterra precisamente huyendo de esto. 



De izquierda a derecha un estupa puesto de crack, La Scene y una groupie

Aquí os dejo muchos temas de este Lumpen Nobleman que con su visita nos cuenta que es muy duro no venderse al sistema. De hecho, enlazo perezosamente, pues no es ilegal, es Creative Commons. Pero supongo que con lo del domingo ya habrá fichado por WARP. Será el tercer trillizo Eoin-Sandison que forman Tablas de Canadá.

Besos. Si os vais a tatuar cosas, mantened la dignidad, modernazos. 


Friday, July 06, 2012

LA SCENE PASEA GITANA$ II (BECAUSE SHE WANTS REVENGE)

Los fans de La Scene, unos insaciables groupies con los nombres clave de Lbel, JSKIN, y Von Charito (aunque esa pasa de conciertos sin porno ascii, así que sólo asistió a embriagarse) me llevaron de nuevo a un concierto. Tuvo lugar en una discoteca sabrosona llamada Ramdall, que está en Ferraz, donde los sudamericanos se reúnen nocturnamente para bailar salsa de manera ordenada y civilizada, obedeciendo a la geometría y el buen gusto. Lo sé porque lo utilicé de after un día. Un día que salí. No sé qué pasó. 

El concierto era de unos maromos que se llaman She Wants Revenge, que a pesar del nombre (por lo menos no llevan un "THE") no son EMO. Yo creía que lo de los EMO era una coña de Internet (como todo) pero resulta que existen y aún existen y que es verdad que juegan a las Magic en Plaza de España y que odian la vida y que les gusta subir autofotos melancólicas. En fin, una trivialidad. 

Los She Wants Revenge estos hacen post-punk, líneas de bajo marcadas, ecos, sintetizadores, atmósferas frías y una voz casi monocorde que sube a la parra de vez en cuando. Ni tan mal. 


Un pato


Pero había que ver a los teloneros. Ver a los teloneros siempre es divertido. Estos se llamaban Digital 21. Comenzaron muy bien, pues utilizaron un sitar electrónico, debían haber sido informados de que yo iba al concierto y ya conocen mi jodida debilidad por el sitar electrónico. Pero, y "siempre hay un pero" (dios), es evidente que habían hecho lectura diagonal de La Scene y se saltaron unos cuantos posts. Porque a continuación, el cantante, un tipo con cresta y actitud arrogante (lo cual siempre está bien) empezó a proyectar videocosas y puso casi todas las Películas Prohibidas de La Scene (autoenlace, erección) entre las que se incluían Réquiem por un sueño (película de esas que cambian la vida a los gilipollas), El club de la lucha y probablemente, ya ni me acuerdo, La naranja mecánica. Trataron de distraer mi atención con una bigarda que llevaba una guitarra en el escenario, llena de tatuajes, uno de ellos envuelto en papel plástico, como si la acabaran de fabricar. Lbel insistió en que era varón, pero esas piernacas eran de fémina. Creo. Pero no me distrajeron de mi función crítica. Lo malo de los teloneros es que se autogooglean mucho, como Vigalondo, y pueden llegar aquí y el de la cresta me puede cruzar la cara por decir esas cosas de su amiga, pero yo me debo a LA VERDAD. LA MÚSICA NO ESTABA MAL. DIGITAL 21 ESTÁN BIEN. NO ME MATÉIS. 

Luego llegaron los tipos estos. Los del post-punk beben mucho de The Cure, Bauhaus y todas esas mamarrachas de ojos pintados, así que en el concierto se vestía un solemne negro y había muchas princesitas de las tinieblas, siempre acompañadas de sus oscuros novios. ¿Por qué coño no se ven tías que van con otras tías o solas a los conciertos? ¿Por qué siempre tienen algo colgando de la mano, algo como un NOVIETE? Bueno, había unas bolleras. 

Ahora sí, llegaron los tipos estos, con las rastas en un gorrete de esos calcetín. Con sudadera. 40º. Se la suda todo a esta peña, no temen nada. En directo son bastante parecidos a en disco, pero como más moñas y menos fríos, menos afilados; menos cortarse al meter la mano en el congelador. Al cantante le goza señalar a la peña en el público, así que le iba a hacer el saludo nazi, pero me corté y sólo le señalaba de vez en cuando como diciendo ESTOY SINTIENDO ESTE MOMENTO. La peña parecía emocionarse de verdad. No son para tanto, pero enlazo a este disco, que tiene un pase. Siempre será mejor que la mierda que escucháis vosotros. Hicieron un montón de bises, dijeron que les encanta españññña y toda esa mierda. 




Aunque con esto rompo mi tácita afirmación de que todos los discos con lo de PARENTAL ADVISORY son sistemáticamente una mierda. Para limpiar La Scene me veré obligado a que los próximos discos a los que enlace (porque como ya sabéis, ni me molesto en subirlos salvo que sea música que sólo poseo YO) sean de esos de Dark Ambient de pistas de 20 minutos con ruiditos en la oscuridad. Os jodéis y os educáis, mamones.

Venga, hasta otra. Me podéis preguntar por los detalles aquí. Qué coño, si he puesto una barra ahí al lado para iluminaros con mi conocimiento, pero sois unos mierdas y no la usáis. Voy a ponerme un copazo y a llorar por mi grandeza desperdiciada en esta mierda de blog. Maricas.