Saturday, June 28, 2014

søÑå® >2014: Parte I

JUEVES (12 de junio de 2014) 

¿Que qué puto sentido tiene reseñar el Sónar 2014 dos semanas después de que haya acontecido? Probablemente ninguno, pero ¿y lo que nos reimos? ¿Eso qué? 

Fue una aventura para cuatro gilipollas (quizá tres) destrozados en todos los sentidos (psíquico, físico, emocional) que no arreglaron nada en absoluto salvo poder aullar al cielo en algún momento el ya mítico grito de guerra "¡¡ESTOY BIEN!!".

corls lbel                                                                                            mryom


 















von charito
Y yo, claro. Su mentor, el artífice de todo esto. Les proporcioné libretas a todos para que documentaran sus estúpidas impresiones y así poder contrastarlas con las mías, seguir siendo patrician, etc. Estábamos muy emocionados y por momentos en el viaje de ida pareció que todo se fuera a derrumbar: está documentado que a las 14:05 (Salimos a las 13:00) crls ya había atado una brida al brazo de mryom. Pero llegamos a nuestra casa alquilada por Montse y Carlos. Este último, al saber que éramos unos valientes guerreros del Sónar 2014, nos confesó que en su juventud él hizo música electrónica (Barcelona es muy cosmopolita) y que todo el mundo le dijo que era un puto ruido infernal y que lo abandonara de inmediato. Pero, de vez en cuando, saca sus cintas de un polvoriento arcón (esto del polvoriento arcón lo digo yo) y las escucha y comprende que se adelantó a su tiempo. Lo peor de todo es que me lo creo.

El Sónar se divide en Sónar Día y Sónar Noche. Cada Sónar se divide a su vez en espacios con nombres como SonarVillage, SonarClub, etc. Era nuestro deber rebautizarlos para una mejor comprensión.

Nada más entrar al Sónarme caí al suelo cual Papa, perdí a todos mis acompañantes y era la única persona en pantalón largo y me compré un vaso de cerveza por 3.50€. Era imposible comprender los criterios por los que un concierto venía marcado como Live o DJ. Gran confusión. Pero de repente ya estábamos todos juntos. corls se compró unos tapones tras darnos la brasa en el tren con que se había comprado unos de alta tecnología por internet. Afirma que los que acaba de adquirir in situ son lo mejor que ha probado en su vida. Von Charito y yo sacamos una media de las tías que vendían tapones y casi estaban buenas; la más buenorra ayudaba a la débil y corls estaba contento con sus tapones. A la mañana siguiente inspeccionaríamos sus pertenencias para descubrir otro juego de tapones en su poder. Hay cosas que el ser humano no debe tratar de comprender. 

El Sónar, tras pasearnos por instalaciones con luces que hacen ruido, ruidos que hacen luces, personas que hacen ruido y luces, un ordenador que tenía el MS Paint y todo el mundo me hablara en inglés, se inauguró con Koreless. En algún momento del festival, Charo afirmó que antes la gente sólo se dedicaba a parir hijos y corls sentenció que Lars von Trier hace cine tedioso con finales luminosos y Pop. Todo esto está documentado.



Sobre Koreless; me lo pasé hablando todo el rato pero igual que he hecho críticas de películas en las que me he dormido, puedo hablar del concierto perfectamente y poner chorradas como el golpe suave del sintetizador, el golpe-caricia del sintetizador, etc. corls decidió rebautizarse en krless y todos le dimos permiso y me dijo que esto era lo más cerca que iba a estar de Boards of Canada y yo me morí un poco más por dentro. mryom anotó "El mar, el sol, azul, todo azul ¡¿Ah?! ¿Pero... esto no es La Faena?!". Von Charito es la única que hizo una crítica de verdad: "Bien, me gustó. Pero me dio la impresión de escuchar el disco sin ninguna variación. El disco es bueno y claro, me gustó, pero le faltó la chispa." Luego nos acusa a mryom y a mí de hablar todo el rato pero eso no lo reproduzco. "No sé, la gente se ha ido. Debe de haber ALGO MEJOR". A mí el concierto me pareció un chiste en cuanto a duración, como 20 mtos o así. Nos piramos hacia Ben Frost, primer punto de escisión. 


Desde que escuché allá por 2009 el By the throat de Ben Frost, me gusta Ben Frost. mryom tenía unos niveles de expectación alarmantes. Ben Frost tenía lugar en el SonarComplex, el punto de encuentro patrician del Sónar. Es un auditorio y los conciertos se ven sentados en butacas, nadie hace ruido porque Ben Frost los manda callar. Pero antes de entrar hay que hacer cola. En ese momento, krloss perdió el control y empezó a despotricar sobre Ben Frost y sobre cómo él quería ver a Trentemøller (que, todo sea dicho, me molan, pero fijo que vienen a Madrí a llenar algún estadio) y que Ben Frost era una mierda y que somos gente mala y que por eso nos gusta Ben Frost, que Ben Frost no aporta nada al panorama musical, que Ben Frost hace música monótona, que una vez vio a Ben Frost aparcando en una plaza para minusválidos, que Ben Frost no recicla, ...

Segundos antes de entrar, krless dijo "Ben Frost está muy bien", como un ateo en su lecho de muerte arrepintiéndose de sus pecados.

Todo estaba oscuro y salió Ben Frost con su pelazo y con dos tipos con timbales escoltándole a izquierda y derecha. Uno tenía trenzas y el otro parecía un alien, era calvo y tenía la cara como quemada. krless dijo que Ben Frost le había hecho eso al tipo para obligarle a unirse a él. Alguien en el público empezó a hacer ruiditos y Ben dijo desde lo más hondo de su no-alma: OOOOAHHOOH, just keep it DOWNNN!.



Von Charito:
Mmmmmm qué frío. El contador de historias. El hombre con la calavera por rostro. Acompañado de dos jefes de tribus. Por un lado la percusión hablaba de la historia más antigua del hombre. Por otro lado era como escuchar un cuerpo humano por dentro. Y cuchillas. Cuchillas volando. 

mryom: 
Nunca me he arrepentido tan poco de no llevar tapones. PAMM, PAAMM, PAAMMM!!
Duda: ¿Ben Frost es gay? Mi nueva cuerda láser vibró. Empezando por la butaca. 

La Scene:
Sombras grises, agradables drones, caer por una cascada dentro de una casa. Pues en escena de humor y siluetas. Hay un momento en que los percusionistas parece que le dominan. Bachata dronics. Tribalismo. Poniéndose el pelito bien. Se quita la camiseta. Tiene derecho a creerse su mierda. 

¿Dónde estaban los tópicos del Sónar de los telediarios? ¿Dónde estaba toda la droga, la gente sin camiseta espumarrajeando por la boca con sus gafas de sol colgando? ¿La gente reposando sobre un charco de sus propios fluidos? ¿El chunda chunda? 

Viendo a Plastikman, alias DJ Nazi. 

En el SonarVillage donde todas estas cosas suceden. En su exterior carposo de grandes pantallas. Allí apareció en un púlpito Plastikman, con su rubia cabellera engominada hacia atrás. Ya vimos las primeras mujeres con las piernas encima de los hombros de sus parejas. El Sónar también era esto. DJ Nazi hacia "puit puit puit" durante minutos. De repente añadía "puitpum" a la secuencia y el público enloquecía.

mryom:
Molaba si ibas puesto de éxtasis hace 15 años.






Como el jueves no hay SonarNight, nos comimos un kebab y nos fuimos a casa.