La Scene no acepta disculpas

Como vimos en el post anterior, La Scene se anda en una encarnizada batalla contra las Islas Tokelau.

Atentando contra la costumbre que tenía de incluirme más bien poco en el blog, vuelvo a poner un documento gráfico. Blah blah, me he vendido



Pues no! No me he vendido. Como veis, los altos cargos Tokeaulianos han intentado sobornarnos con coches y mujeres de moral distraída, lo cual no ha tenido ningún efecto, hecho que constato con el siguiente apoyo gráfico (no sin antes recordar que LIFE IS LIFE; ver vídeo del post anterior)


No pienso pagar por ser Indie, ser indie es GRATIS. Tener pocas visitas es un derecho, aunque es algo de muy buen gusto por lo que solo unos pocos compartimos afición.

Ahora que he expresado que tanto La Scene como su aliada temporal Hoja de Reclamaciones no se doblegan he de responder a la siguiente pregunta antes de se me formule en los comentarios:

Las gafas de sol son de Potasio, que es tan patán que no sabe ni hacerse un dominio .tk. Soy consciente de la idiotez de llevarlas de noche. Pero el plan era hacerme pasar por estrella del rock. Cosa que no soy por voluntad propia, que conste.

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Cambiando abruptamente de tema, ciertos individuos denominados Fran (Indie de lasemana probablemente de forma perpétua) y Andreu (tengo que ponerle un link a su blog de descargas directas y piratería instantánea y descarada) insinuaron que apreciarían bastante aparecer mencionados en La Scene. Para aparecer en La Scene hay que realizar hazañas y ellos la hicieron; bebieron sus cubatas de ron Bacardi en tupperware empleando unas pajitas para ello.

Es mi deber informarles de que la historia de uso de recipientes extraños para el consumo de bebidas alcohólicas nos ha ilustrado con otros grandes ejemplos, como el de mi compañero de piso, cuando decidió que su vodka con naranja debía llegar a la calle y no quería destrozar vasos. Así que se comió a puñados unas galletitas saladas y metió el cubata en su recipiente. Lo que demuestra su escasa inteligencia, puesto que no lo lavó previamente, dejando trocitos y sal incluídos en la bebida.

Felicito por ello a nuestros astutos lectores de La Scene. La ausencia de vasos no implica dejar de beber ni usar las manos en forma de cuenquito. Espero que si alguien tiene alguna historia para no dormir la deje en los comments. Yo me sé de uno/a que mezclaba el whisky y la coca-cola directamente en la boca. Y no miro a nadie.