Saturday, February 02, 2008

Tócala otra vez, Irvine Welsh


Ya he hablado en otras ocasiones de Irvine Welsh, el famoso autor de Trainspotting. Y dado que mis lecturas en lo que va de año han sido escasas, me toca volver a hablar de él. Para el que le interese: Catedral de Raymond Carver (soberbio) y Secretos de alcoba de los grandes chefs de Irvine Welsh.

Habiendo leído Trainspotting, Porno, Cola y parte de Acid House (libro de relatos cortos) aparte del ya mencionado, uno llega a una conclusión evidente: el espacio siempre es el mismo. No hay que sacar a Irvine Welsh del suburbio escocés. No. No. No.

Eso nos lleva a un inevitable y terrible pequeño apartado: la traducción. Alabo los esfuerzos de los traductores, que habrán tenido que romperse la cabeza con la jerga de los bajos barrios de Edimburgo. Así han introducido a mi vocabulario perlas como: gachó (chaval), guipar (ver a alguien, generalmente antes de que te vea a ti), chotar (chivarse), "es un gachó muy echado para alante" (espabilado), bolinga (borracho/borrachera), bolinger (coña con una marca de cerveza), ...

Pero no es el tema central de mi disertación. Welsh retrata una y otra vez los espacios más sórdidos de Edimburgo. Los borrachos, las peleas, los yonkis, los psychos, las peleas en el fútbol, el Hibernian F.C., las juergas...

Y el tío no se repite. Qué máquina. Siempre te viene con algún cuento nuevo. Y la segunda cosa que hace bien es una que se va viendo poco a poco: construir personajes.

Es por eso que Cola (sí, hablo del último libro que me he leído para hablar de uno que me leí, creo, hace dos veranos) me parece el mejor libro del autor. El libro gira en torno a cuatro personajes, un grupo de amigos. El libro empieza por (¡atención!) la vida de sus padres con una pequeña escena de cada uno cuando son pequeños. Y los chavales irán creciendo hasta que tienen, creo, 40 años cada uno. Y en toda la sordidez de Edimburgo podemos ver cómo se abren paso cada uno... evidentemente unos acaban mejor que otros.

Y lo mejor de todo: el libro no nos estaba contando nada de eso, sino que era ¡un canto a la amistad!

Quiero dejar constancia de una reflexión que hace uno de los personajes del libro, Carl "N-SIGN" Ewart (el que también dice la frase de mi "Sobre mí" de Blogger) sobre lo que podría haber sido el decálogo de vida de su padre y que a mí me impactó bastante:


  1. Nunca pegues a una mujer
  2. Da la cara siempre por tus colegas
  3. Nunca seas esquirol
  4. Nunca atravieses la línea de un piquete
  5. No chotees a nadie, amigo o enemigo
  6. No les digas nada (a la poli, a los del paro, a los asistentes sociales, periodistas, los del ayuntamiento, los del censo, etc)
  7. Nunca dejes que pase una semana sin invertir en un vinilo nuevo
  8. Da cuando puedas, toma solo cuando sea necesario
  9. Si te sientes bien o mal, recuerda que nada dura eternamente y que hoy es el comienzo del resto de tu vida
  10. Ama con generosidad, pero sé más estricto con la confianza

No es mala forma de plantearse la vida. A lo mejor hasta se parece al decálogo de La Scene. O a lo mejor no.

4 comments:

Anonymous said...

¿Qué fue de los intentos por convertir esto en un muestrario de parafilias y sexualeces. >Amo su nabo, señor, pero deléiteme también con porquería masiva de vez en cuando, per favore.

Besos en el nabo.

Anonymous said...

Que marquitos mas feos le pones a las fotos.

Von Snuff said...

Vienen por defecto

p7 said...

maravilloso tu blog...! te veo en el treinta y x supuesto.. tesigo leyendoo ELCHEROO!! waaajajajaj