Reconozco que me gusta afianzar tradiciones sin sentido para aplacar la ira de la existencia, que se ceba en mí, lesionándome hasta lo inimaginable. A veces me sorprendo de ser capaz de salir de la cama y encararme al mundo un día más. La seguridad de la rutina, de saber que un año más voy a hacer un tonto post para esta, mi obra, La Scene. Otro 31 de diciembre.
Aquí estoy, un año más, compadeciéndome a mí mismo y tratando de rellenar un post con sabias palabras que mejoren vuestras inconsistentes existencias. Vuestra particular oda dantesca a un universo indieferente. Eso es, a grandes rasgos, vuestra vida.
Aquí estoy, un año más, compadeciéndome a mí mismo y tratando de rellenar un post con sabias palabras que mejoren vuestras inconsistentes existencias. Vuestra particular oda dantesca a un universo indieferente. Eso es, a grandes rasgos, vuestra vida.
Mientras alguna polaca ataba mi capa, comprendí que debería haber llevado una vida más patrician, menos pleb; comprobar si mis asalariados aran bien mis tierras. Y poco después, enfangado en la más honda de las contradicciones, caí en el error de decidir salir en nochevieja. Ni siquiera sé si nochevieja va en mayúsculas. Sí, va en mayúsculas. Es Nochevieja.
Me veo cara a cara ante el desagradable hecho de que ya he asistido a miles de discursos y conversaciones sobre gente que, como yo, se ve enfrentada a esta fatídica noche y se ve obligada a hacer algo. Porque en cierto modo ahorra dar explicaciones. Cuando nos pregunten "¿Qué hiciste en Nochevieja?" podremos responder, al menos, "Salí un rato, nada especial", lo cual dejará la conversación zanjada para siempre. Para siempre no, hasta el año que viene. Si dices "Me quedé en casa comiendo Doritos y consumiendo pornografía" la conversación se polongará. Esto quiere decir que estoy de acuerdo esencialmente con la mayoría minoritaria que teme a esta noche. Porque damos por hecho que existe una mayoría plebeya, una chusma, que disfruta sin complicaciones ni miramientos de empezar el año con los mismos errores. Gente a la que, paradójicamente, cada vez encuentro con más dificultad.
Muchos de mis conocidos se piensan que tengo >tfwng (that feel when no girlfriend) pero lo mío se acerca más a
Cuando la vida se limita a dos opciones, se limita mucho y la división entre Patrician y Pleb se difumina en exceso. Da igual que vayas a la fiesta más exclusiva o al garito más cutre y pachanguero, no tiene relevancia si te quedaste solo en casa viendo series o, en cambio, te acompañaste de amigos, chupitos y juegos de mesa. Estás en una de las dos opciones mayoritarias. No tienes permitido ser del 1% Patrician porque no existe.
Para mayor sufrimiento, este debate se da, como venía diciendo, entre la plebe. Por tanto ni siquiera analizar (aunque sea mucho mejor que ellos) este fenómeno puede salvarle a uno.
Ni siquiera citar a Houellbecq, cuyas diatribas cuelgas compulsivamente en Facebook puede salvarte del abismo, pero lo hace igual, en un grito desesperado hacia el cielo invernal:
La fiesta sin lágrimas:
- Antes de la fiesta: beber. El alcohol en dosis moderadas produce un efecto socializante y euforizante que aún no tiene verdadera competencia.
- Durante la fiesta: beber, pero disminuir la dosis (el cóctel alcohol más erotismo ambiente conduce rápidamente a la violencia, al suicidio y al crimen). Es más ingenioso tomarse medio Lexomil (Bromazepán) en el momento oportuno. La mezcla con el alcohol producirá un rápido sopor: es el momento de llamar a un taxi. Una buena fiesta es una fiesta breve.
- Antes de la fiesta: beber. El alcohol en dosis moderadas produce un efecto socializante y euforizante que aún no tiene verdadera competencia.
- Durante la fiesta: beber, pero disminuir la dosis (el cóctel alcohol más erotismo ambiente conduce rápidamente a la violencia, al suicidio y al crimen). Es más ingenioso tomarse medio Lexomil (Bromazepán) en el momento oportuno. La mezcla con el alcohol producirá un rápido sopor: es el momento de llamar a un taxi. Una buena fiesta es una fiesta breve.
¿Puede uno consolarse en el hecho de que Houellebecq también tuvo que ir a fiestas? Es evidente que no.
Cosas que espero que hayan acabado en 2013:
-Charlas estúpidas sobre el apocalipsis zombie. El apocalipsis zombie con chusma declarándose friqui por hablar de él. No llegan ni a eso. Imaginaos el patetismo de los mediocres tratando de alcanzar una condición de ser humano no deseada y fallando en su empresa. "No llegas ni a friqui". Ir a ver "El Hobbit" no te hace ser friqui, gilipollas.
-El sushi. Quiero decir, me gusta el sushi. Pero bueno, comer sushi podía tener algo de cool allá a finales de los 90, a principios de siglo si somos magnánimos (yo no lo soy). Así que, por favor, basta de fotos de sushi, del comido fuera y del que os hacéis en casa (esto último pudo tener algo de interés en 2005 a lo sumo). Basta de anunciarlo como quien dice que se va a esnifar cocaína de unas tetas. OK. Gilipollas.
-Si la bipolaridad fue cosa de la era Fotolog, el TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo, ¿De verdad te ha hecho falta leer esta aclaración? Coge un puto libro: tu propósito para 2013) fue la gracia común de los 00, el Asperger es la chorrada favorita de los 10. ¿Podéis dejaos de los autodiagnósticos salvajes y desesperados en busca de justificar vuestra enervante conducta? Yo os diagnostico: sois mediocres, incluso mientras nos referimos a salubridad mental. No, no tenéis Asperger, sois gilipollas, ese es mi diagnóstico, gilipollas.
Prometo no repetir la palabra gilipollas hasta 2013, gilipichis.
Os quiero a todos y os deseo un año tan malo como éste, porque os lo merecéis. Siempre velando por vuestro bien, La Scene.
Os quiero a todos y os deseo un año tan malo como éste, porque os lo merecéis. Siempre velando por vuestro bien, La Scene.
Ahora es cuando miro mi last.fm en busca de saber qué he estado escuchando últimamente porque no tengo ni idea, porque soy incapaz de recordar nada porque nada me afecta (¿tendré trastorno de Insensibilidad Autoadquirida o seré un PUTO GILIPICHIS?)
Decido recomendar, por qué no, a mi neomusa de 2012 (Charlotte de The Kilimanjaro Darkjazz Ensemble me dejó por un israelí, no joke, >my face when) la desesperadamente fría (pero de tener frío, no de ser frío) y a la vez pasional Bea, la querida Narcoleptica. Cierto que cuando empezó su concierto no me enteré de nada, pensaba que era una prueba de sonido y me hicieron un llamamiento al orden. LO SIENTO MUCHO. Luego escuché y resultaba que molaba una barbaridad e intercambié unos simpáticos balbuceos con ella. Crls estaba allí y se la quiso ligar, pero se lo impedí porque no quiero que destroce el bello cutis de mi neomusa con su bigote de U.N.K.L.E. Deja que sus campanitas suenen. Deja que patalee el suelo, deja que el pelazo le caiga sobre la cara, deja que se agite nerviosa. Ay, qué persona más bella.
El disco está disponible para descarga gratuita, con lo cual termino el año fracasando en mis intentos de ser un infractor de la ley, siguiendo otro lema de Houellebecq "Fallar en la vida, pero fallar por poco".