Hola, pequeña panda de compulsivos actualizadores de Facebook, ¿Habéis tenido muchas notificaciones hoy? ¿Habéis sentido el amor llegando a través de vuestra wifi?
¿O sois unos patéticos acaparadores de ancho de banda? ¿Vais a encontrar muchas respuestas a vuestros dilemas de mierda en la red? No os preocupéis, seguro que si el siguiente comentario que ponéis en Twitter es lo suficientemente ingenioso, el amor y la aceptación de vuestros gilipollescos semejantes llegará.
¿O sois unos patéticos acaparadores de ancho de banda? ¿Vais a encontrar muchas respuestas a vuestros dilemas de mierda en la red? No os preocupéis, seguro que si el siguiente comentario que ponéis en Twitter es lo suficientemente ingenioso, el amor y la aceptación de vuestros gilipollescos semejantes llegará.
No. La Scene es la única certeza de la red.
Hoy voy a hablaros de los niveles de entrada hacia la sabiduría scenesca. Todo parte de un interesantísimo tema a debatir: ¿Qué es peor, un cretino integral amante de "lo que pongan en la radio" o alguien que se ha quedado en un nivel de entrada?
Los niveles de entrada han sido definidos muchas veces en La Scene en materia cinéfila como Las Películas que Permiten Fácilmente Identificar a un Gilipollas (en 2008 y 2012, respectivamente). En la música, dada su vasta amplitud, hay que hacer una división por géneros. Encontré este gráfico que era bastante gráfico:
Los niveles de entrada han sido definidos muchas veces en La Scene en materia cinéfila como Las Películas que Permiten Fácilmente Identificar a un Gilipollas (en 2008 y 2012, respectivamente). En la música, dada su vasta amplitud, hay que hacer una división por géneros. Encontré este gráfico que era bastante gráfico:
En el "Nivel 0" estaría pues lo de la MTV, los 40 Principales y cosas así. Ni vislumbras la puerta. Os aviso que hay un gráfico más avanzado que añade niveles que ni voy a nombrar para que no os reviente la cabeza ante tanta información, aunque doy por sentado que los visitantes de La Scene han llegado, como poco, al Nivel 3. Gracias a La Scene, claro.
En fin, el gráfico es orientativo, ya os haré el mío un día, ocupará kilómetros de largo y probablemente incluirá 100 niveles. Esto es simplemente para que podáis entenderlo. Por ejemplo, a pesar de mi gusto por el Dark Ambient, lo bajaría al 5 intercambiándolo por el Free Jazz o el Experimental. Me parece excelente, en cambio, la diferenciación entre Noise y Harsh Noise.
Lo que quiero decir es que los sujetos más molestos que he conocido en mi vida estaban obstinadamente atascados en el Nivel 2, cómodamente anquilosados en el culto al metal o masturbándose mutuamente con el classic rock con la bendición de la crítica musical, que bien podría vivir en 1970. ¿Hay gente más pesada e inamovible que los fans de grupos rollo Black Sabbath, Pink Floyd, ...? Dadrock.
¿Cuántas veces he tenido que soportar las diatribas de los subnormaloides melenudos de su soledad musical metalera? Pero si forman auténticas piaras y tienen grupos que salen en la MTV.
¿Cuántas veces he tenido que soportar las diatribas de los subnormaloides melenudos de su soledad musical metalera? Pero si forman auténticas piaras y tienen grupos que salen en la MTV.
Está el unterground (La Scene) que cuando expuesto al Mainstream (enemigo tan lejano por el que se siente hasta cierta simpatía) sólo produce verdadera extrañeza. La comunicación entre ambos es absolutamente imposible y el silencio que se produce puede ser hasta amistoso.
Mainstream ¿VS? Unterground
El auténtico enemigo de La Scene, pues, es este überground a medio camino hacia ninguna parte. Se le detecta fácilmente por sus ínfulas de transgresión. En cambio, cuando es enfrentado al Mainstream, éste último lo reconoce con facilidad. Sabe qué son, continuando con el ejemplo de los metaleros, lo que pasa es que NO LE INTERESA. Sabe que llevan melenas, sabe que su música es ruidosa y sabe que agitan sus cabezas y llevan cosas con pinchos.
En estas citadas ínfulas de transgresión siempre está presente el Valhalla. Por ejemplo, tooooda la ciudad es una mierda pues sólo hay música pachanguera y Bisbal y no sé qué... PERO (y el problema es que hay un "pero") aún quedan unos pocos sitios en los que ponen buena música.
Cuando me enfrento a la salvaje y primitiva costumbre de salir, hace años que abandoné absolutamente cualquier expectativa de que en algún bar suene algo de lo que yo escucho en casa. Los niveles inferiores son así, solitarios y orientados hacia cierto desapasionado nihilismo. Se ha tocado fondo pero, creedme, se sigue cavando. Aunque la vista suele dirigirse en avant, también hay muchas vanguardias que fueron completamente abandonadas y son oasis a desecar.
Überground VS Mainstream. Batalla sin sentido. Ejemplo clásico de persona atascada en un entry level. El "12" cambiará a 22. Y, creedme, probablemente a 42.
Seguirán con la falsa dicotomía música comercial - mi música. Esto te lo dice peña que lleva sudaderas de sus grupos favoritos. Los Überground, cuando enfrentados al unter, empiezan a echar humo: escuchan una voz que no está con ellos y, confusos, miran hacia arriba: buscan a un belieber. Pero la voz viene de abajo, de muy abajo... suelen tratar de defenderse con insultos hacia la música electrónica. Manotazos en el aire. Colapso. Muerte cerebral (más).
Otra diferencia fundamental es que entre el Mainstream y el Überground hay circulación libre, los del Mainstream pueden bajar al Über sin ninguna dificultad y sin necesidad de pasaporte. Que prueben a pasarse por aquí. JA.
Otra diferencia fundamental es que entre el Mainstream y el Überground hay circulación libre, los del Mainstream pueden bajar al Über sin ninguna dificultad y sin necesidad de pasaporte. Que prueben a pasarse por aquí. JA.
El otro día, mi amadísima Myriam, me recordó mi LABOR de llevaros al averno de la música. Ya he destrozado la vida a unas cuantas personas... ahora, ¿Queréis la salvación de Internet? ¿Aceptáis a La Scene como vuestro salvador? El último blog no llevado por una petarda sexual.
Drone
Drone
Ya hablé de Tim Hecker un día. Canadiense, cómo no. El reinado de los canadienses (como una especie de USA indie) en géneros como el drone y el post-rock no deja de parecerme alucinante. El caso es que con este album pretendo demostrar frente a recomendaciones anteriores como The Angelic Process (brutalmente melancólicos en su estruendo, música de suicidas) que el drone no tiene por qué ser un género oscuro y de atmósferas tenebrosas. En An Imaginary Country, Tim Hecker muestra paisajes donde la luz campa violentamente, luces heladas que fulminan la retina, paisajes bellos, de intensos colores fríos. A destacar: Borderlands y Paragon Point. Tuve la suerte de ver a este pavo en el Denovali Swingfest 2011.
Vamos a pasar a un subsubgénero, que siempre es divertido. El Ritual Ambient. Que es básicamente mezclar el Dark Ambient con cantos chungos y atmósferas que recuerdan más a Satán y toda esa mierda. Si queréis Dark Ambient, pedid, pedid, que tengo todos los discos. De esos de ruiditos de goteos en sótanos donde se rodaron snuff movies. Repito, TODOS.
Gothic Fond
En este único disco, está la concepción del mal en los 90. Ecos terribles, instrumentos inidentificables pero que se asocian sistemáticamente a Lucifer, percusión seca y medieval y cantos de voz semiquebrada. La puta ostia, vamos. Éste es para escuchar a oscuras iluminado por una vela actualizando La Scene.
El disco se llama: Hexerei im Zwielicht der Finsternis que se puede traducir como brujería... en el eclipse... crepuscular... o el oscuro crepúsculo... o QUE ME CAGO EN TU PUTA MADRE HEIL SATAN AVE SATANA 666.
La portada echa para atrás, pero es que los 90 fueron muy jodidos, de verdad.