Friday, April 20, 2007

Un día más, algo más indie yo, menos indie vosotros

El otro día me preguntaron unas cuantas cosas que me hicieron reflexionar sobre el concepto del Indie

¿El Indie nace o se hace?


Sorprendentemente, una pregunta tan sumamente banal me hizo reflexionar. Sí, no sería la primera vez que salgo de la ducha y reflexiono al verme en el espejo. Es lo que nos ocurre después de tanto tiempo.

Yo como élite musical (y seguramente intelectual, pero no porque yo sea listo, sino porque el resto son idiotas) me he forjado a mí mismo. He ido escuchando música para acabar despreciándola más tarde porque en el fondo no eran de mi estilo. Con el paso del tiempo, unos pocos grupos de los que parece que no voy a renegar se quedan entre mis favoritos. Los primeros que se vienen a la cabeza: "The Smashing Pumpkins" y "NOFX".

Prácticamente la música empezó a gustarme con los Pumpkins + Nirvana. A una edad muy tardía, puede que los 15 años. Quizá sea significativo. Hasta entonces solo había sentido un vago e infantil interés por la música clásica. Anteriormente, mis compañeros se dedicaban a escuchar cosas como Ska-p y demás, de los que abominé desde el principio.

Influenciado por la nueva corriente, el "nü metal", me empezaron a gustar cosas más ruidosas como Slipknot o System of a Down. Pero, con el tiempo, noté que algo no encajaba. ¿Qué hacían incluidos en la misma corriente grupos Limp Bizkit? Hasta yo en ese momento de batalla hormonal sabía que Limp Bizkit eran una puta mierda.

Esto me hizo saltar al sk8-punk, ya que yo patinaba. Así descubrí a NOFX. Pero pocos grupos de este palo me gustaban aparte de ellos, me quedo con Less Than Jake. Tengo la discografía, pero no me acaban de convencer, pero tienen canciones que me gustan realmente. A Snuff los he descubierto mucho más tarde y aún tengo mucho por escuchar.

El caso es que pensaba "¿cómo pueden estar en el mismo palo Blink182?". Es decir, son muy melosos, aunque algunas canciones me gustaron en su momento. Pero ¿cómo alguien en su sano juicio puede llamar punk a blink182, a Sum41?. Y ¿por qué son famosos Green Day, cuando es evidente que son un grupo de un par de hits? Su viro hacia el "somos malotes" con "American Idiot" ya me ha pillado de cabeza dentro de la indieness.

Entonces empecé a renegar de todo y descubrí el indie. Modest Mouse y demás. Pero aquí tampoco todo me acababa por convencer, así que he seguido en búsqueda y he descubierto nuevos géneros que englobo vagamente dentro de indie no como género (ya que en su concepto popular está totalmente denostado), más bien como un concepto propio y más amplio. He descubierto el post-rock, el ambient, el minimal, el EBM, el noise, el IDM, ... todo por una simple actitud de ir siempre más allá, de inconformismo musical. No en un concepto vago que puede tener cualquier kalimotxo-rocker de ir en una supuesta contracorriente, no me hace falta eso.

Pero también supongo que alguien puede ser indie desde el principio, sin ningún tipo de superación previa. Aunque me sorprendería.

He reflexionado sobre el tema y creo que la diferencia entre el indie y el resto es la necesidad de sentirse parte de un colectivo. Es decir, muchos solo escuchan determinada música para hablar sobre el tema, al igual que ven determinadas series o películas para poder hablar de ello. No tengo esa necesidad a nivel musical.

Pero pensadlo (jaja, "pensad", que bueno). Explica muchas cosas. ¿Por qué la gente ve películas que son obviamente malas? ¿Por qué esas estúpidas películas veraniegas las ve alguien? Aparte de que la gente es muy idiota y tiene cero de criterio, tiene necesidad de compartir la experiencia. ¿De qué hablaré mañana en clase si no he visto Gran Hermano?

Esta idea también se aplica a los libros, ¿por qué todo el mundo de repente en el bus, en el metro, iba leyendo? Porque había salido "El Código Da Vinci". La diferencia de ventas entre un best seller como éste y el siguiente libro-no-best-seller es sencillamente abismal. Necesidad de compartir una experiencia, de saber que sabemos las mismas cosas, temas comunes.

Una vez, en mi infancia, iba en el ascensor con mi hermano (el primer indie sobre la tierra). Entro un vecino y hablaron de fútbol largo y tendido hasta la puerta de la calle en vez de guardar el llamado incómodo silencio. Mi hermano más tarde me explicó que no le interesaba en absoluto, pero con el fútbol siempre podías hablar con la gente.

Por supuesto que me gusta hablar de música con gente que ha escuchado lo mismo que yo, pero son pocos los que pueden hacerlo. No tengo la necesidad imperiosa ni condiciona mis gustos, puedo leerme un libro y saber que no hablaré con nadie sobre él en mucho tiempo o quizá en toda mi vida, lo mismo que con la música o las películas.

¿El indie es un concepto positivo o negativo? Es decir ¿nace únicamente en contraposición a algo?

Esto me dio que pensar. Definitivamente, no puede haber indie sin mainstream. Yo no puedo ser élite si no hay una buena cantidad de imbéciles que simplemente escucharán la canción (ni siquiera al grupo) que salga por la televisión, la radio, los bares o donde sea. Si solo un reducido grupo de gente (pongamos el 10% de la sociedad) escuchara la música que le echan, y los otros 9 grupos de 10% restantes se dedicaran a escuchar otro género porque han hecho una búsqueda concienzuda de lo que les gusta, el indie no sería más que una etiqueta idiota.

Así que el indie es un concepto de negación. Cuanto más imbéciles, más me regodearé en mi indieness.



Ah, por cierto, dado la cantidad de comentarios de ese tipo que recibo, me veo obligado a recordaros que dejéis de decir cosas del tipo "un auténtico indie no...", "serías más indie si..." porque no tenéis ni idea a pesar de que lo explico todos los días en la escín (bueno, cuando actualizo)

Así que no me digáis que soy poco indie por poner una foto dándolo todo en el singstar, del que solo me sabía entera una canción de Nirvana y otra de los Rolling.

Señalaré como imbécil públicamente, abochornaré, quemaré la casa y escupiré sobre la tumba del próximo que diga

"Un auténtico indie no diría que es indie"

¿ENTONCES CÓMO SE PODRÍA REIR DEL RESTO?

Tuesday, April 10, 2007

El cretino de Hemingway

Hoy me voy a meter con un premio Nobel, antes de que La Scene cumpla un año, cosa que sucederá en breve.

Para hacer un trabajo de Historia tenía que leerme un libro. Sabía que Hemingway había escrito sobre la guerra civil española, esa que aún colea por aquí, así que le pregunté a la profe si me podía leer algo suyo. Dijo que yo era el puto amo porque "Por quién doblan las campanas" no estaba en la lista de libros que nos había dado pero debería estar, alabó mis grandes conocimientos literarios y hasta me ofreció dar la clase si quería, cosa que rehusé con caballeresca cortesía. Es posible que no pasara exactamente así. Así que voy a una librería (Torrelodones tiene librería) y qué veo... 600 páginas de Hemingway.

Como ya sabéis, soy un valiente. Ya me había leído "Fiesta" de Hemingway y me había parecido que estaba bastante bien, aunque no acababa de encontrarle ese algo tan especial por el cual se habla tanto del bueno de Hemingway. No me achantan tus 600 y pico páginas, Ernest, allá donde estés, pensé, y compré el libro.

Hemingway era un tipo de puta madre que se creo una especie de personaje (lo cual me recordó un poco a mí en La Scene) que consistía en "soy el puto mejor escritor del mundo pero paso de reunirme con tíos con gafas; a mí lo que me va es beber whisky, las corridas de toros, pescar e irme de caza y safaris". ¿Por qué no? No es mala idea. El tío hasta estuvo en la guerra civil como corresponsal.

Pero me leo el libro y ¿qué encuentro?. Que es autobiográfico. Entonces me viene a la cabeza aquello que dijo Bukowski un día que de viejo explicó que él se imaginaba a los escritores de una forma que probablemente no tuviera nada que ver con la realidad (en plan "Imagino al escritor de La Scene como un tipo moreno de ojeras siniestras y con un machete colgando del cinturón) Pues ahí dijo "Imagino a Hemingway como un tipo que practicaba ballet a escondidas".

No dudo que lo hiciera. El personaje principal, Robert Jordan, que no es más que el alter ego de Hemingway, pero en dinamitero, es el amo:

Sabe de: caballos, explosivos, españoles, armas ligeras, armas pesadas, vehículos militares, estrategia militar, corridas de toros (mencionan a un torero que no conocía ni Cristo y, sí, Jordan lo había visto torear), ...

Pero bueno, siendo profesor de español en EEUU es lógico que sepa tantas cosas, pero además:

Bebe absenta como el puto amo y nadie lo tumba (bebe vino a la vez y no se emborracha), no hay pueblo español por pequeño que sea que él no conozca, el español que habla lo habla (atención) CON ACENTO DE EXTREMADURA, en todo el libro no hay una sola palabra o expresión que le tengan que aclarar, nunca le faltan las palabras, reconoce a los aviones a no sé cuantos mil metros de altura...

Y por último: se embarca en la más absurda historia de amor que ha vivido la literatura. Es en plan que ve a la españolita y "OH", se miran a los ojos y ya caen en el más profundo de los amores y esa misma noche ya están dándolo todo en su saco de dormir. Todo esto de la forma más melosa que se os ocurra, hablando de casarse a los cinco minutos. El hombre culto y la paleta. La historia de amor es necesaria en el libro, pero es predecible a pesar de de ser increíble. De todo esto deduzco que, en sus muchos viajes por España, Hemingway no pilló cacho.

Por supuesto, todos los personajes están relacionados en mayor o menor medida con el mundo taurino.

Al menos no está mal escrito. Y diréis que en 600 páginas se contarán la vida y milagros de Robert Jordan, pero no, cuenta cuatro días de su vida. Imagináos la densidad. 150 páginas por día.

Por cierto, no hace mucho se descubrió que el tipo se cargó a 122 prisioneros alemanes, lo confesaba en una carta.

"Una vez maté a un kraut de los SS particularmente descarado. Cuando le advertí que lo mataría si no abandonaba sus propósitos de fuga, el tipo me respondió: Tú no me matarás. Porque tienes miedo de hacerlo y porque perteneces a una raza de bastardos degenerados. Y además, sería una violación de la Convención de Ginebra . Te equivocas, hermano, le dije. Y disparé tres veces, apuntando a su estómago. Cuando cayó, le disparé a la cabeza. El cerebro le salió por la boca o por la nariz, creo", contó.
Qué tío.

En fin, hace casi un año que dije que en la scene hasta hablaría de libros y, finalmente, lo he hecho. Soy el mejor.